Prototipo secreto BMC 32 pulgadas

Estamos en un momento clave para la historia del mountain bike. 

Por primera vez, se ha creado una bicicleta de competición desarrollada específicamente en torno a ruedas de 32 pulgadas. No se trata de un simple concepto ni de una idea lejana. Es un prototipo real, funcional y con la clara intención de demostrar que este nuevo estándar podría tener sentido en el más alto nivel del cross-country.

¿Por qué ruedas de 32 pulgadas?

La pregunta es inevitable: ¿por qué cambiar un estándar que ya funciona tan bien como el de las 29”? La respuesta tiene que ver con la búsqueda constante del rendimiento. Unas ruedas más grandes podrían ofrecer ventajas en múltiples aspectos clave:

  • Mayor velocidad en terreno llano

  • Mejor paso sobre obstáculos

  • Más inercia para mantener el ritmo

  • Mejor eficiencia en aceleraciones largas

Si las 32” se comportan mejor en cualquiera de estos aspectos, el cambio tendrá sentido. Pero por ahora, todo está por comprobar. Este primer prototipo nace precisamente para obtener respuestas y empezar a trazar un camino que, quizás, sea el futuro del XC.

Un desarrollo sin precedentes

Lo más sorprendente de este proyecto es que se ha hecho público desde su fase más embrionaria. No es algo habitual en la industria. Las marcas suelen mantener sus prototipos en secreto hasta que están a punto de salir al mercado, pero aquí el enfoque es distinto. BMC ha dado total libertad a su equipo de ingeniería para innovar, probar y compartir el proceso.

No se trata de un modelo que esté a punto de lanzarse, ni de una edición especial limitada. Es una herramienta de trabajo. Una bicicleta pensada exclusivamente para experimentar con el nuevo tamaño de rueda y ver hasta dónde puede llegar.

Una bicicleta experimental en todos los sentidos

El cuadro combina elementos de carbono con piezas de aluminio mecanizadas en CNC. ¿Por qué esta mezcla? Porque permite modificar rápidamente geometrías, formas y medidas durante el desarrollo. Esto es fundamental en un prototipo. De hecho, algunas partes del triángulo trasero son idénticas a las de la actual BMC Fourstroke, mientras que otras zonas han sido rediseñadas para dar cabida a las ruedas de 32 pulgadas.

Entre las adaptaciones más visibles encontramos:

  • Punteras traseras alargadas

  • Horquilla modificada con un suplemento mecanizado

  • Anclaje del amortiguador completamente nuevo

  • Potencia con ángulo super negativo para compensar altura del tren delantero

Todo esto está pensado para mantener la ergonomía y el comportamiento lo más cercano posible a una bici convencional, pero adaptado al mayor diámetro de rueda.

¿Qué pasa con el recorrido de suspensión?

Una de las grandes preguntas es cómo afectará el tamaño de las ruedas al recorrido de las suspensiones. Cuando se dio el salto de 26” a 29”, se pensó inicialmente que no haría falta tanto recorrido, pero con el tiempo las 29” llegaron a montarse con 120 mm sin problema.

Con las 32” el debate vuelve a abrirse. ¿100 mm serán suficientes? ¿Necesitarán más recorrido o menos? Todavía no hay datos. Todo está por descubrir, y este prototipo será la herramienta con la que se empezarán a despejar esas dudas.

Primeros compromisos visibles

Aunque no estamos ante un producto final, sí se pueden intuir algunos desafíos que plantea este nuevo estándar. El primero tiene que ver con la compacidad del cuadro. A simple vista, da la sensación de estar todo más comprimido, y eso podría afectar al espacio para accesorios como los portabidones o a la propia geometría de las tallas.

El segundo compromiso evidente es el de la altura frontal. Montar una rueda de 32 pulgadas con una horquilla de 120 mm deja al ciclista en una posición bastante elevada. Para contrarrestarlo, se ha optado por una potencia extremadamente negativa, pero eso podría influir en el comportamiento en descensos técnicos o en tramos muy inclinados.

Si es más rápida, se impondrá

Más allá de los desafíos técnicos, hay una realidad que domina el mundo del rendimiento: si es más rápido, se acaba imponiendo. En competición, cada segundo cuenta. Si una bicicleta de 32 pulgadas permite bajar tiempos, aunque sea mínimamente, los equipos punteros no tardarán en adoptarla.

Esto ya no va de marketing, ni de modas, ni de diseño. Va de resultados. Y ahí es donde este prototipo empieza a cobrar verdadera importancia. Si los tests confirman que hay ganancia real, el resto de aspectos técnicos se resolverán con el tiempo.

Un paso valiente hacia el futuro

BMC ha demostrado una vez más por qué es una de las marcas más innovadoras del sector. Enseñar al mundo un proyecto en esta fase tan temprana no es común, y mucho menos en un segmento tan competitivo como el XC.

Este prototipo de 32 pulgadas no es una bici definitiva, pero sí es una declaración de intenciones. Una apuesta por la innovación sin miedo a equivocarse. Y eso, en un mercado donde casi todo se parece, es lo que realmente marca la diferencia.

¿Quieres ver el vídeo para sacar tus propias conclusiones? Prototipo BMC ruedas de 32 pulgadas